Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
En la crianza de los niños y niñas, una cosa es segura: todas las madres y padres se preocupan por el desarrollo de sus hijos e hijas. Por eso mismo, ver de cerca a los niños y niñas es fundamental para garantizar un crecimiento saludable y sin perjuicios en la formación de cada uno de ellos.
Las fases del crecimiento
Se puede considerar que el proceso de crecimiento ocurre en cuatro fases: intrauterino, infancia, niñez temprana y crecimiento acelerado de la pubertad (1). Cada uno de estos componentes está regulado por diferentes factores (1,2), cómo por ejemplo: la genética, el peso al nacer, las hormonas, la nutrición y el medioambiente (2).
Durante la vida intrauterina, el desarrollo está regulado por factores genéticos, nutricionales y placentarios. Por su parte, en la infancia, el crecimiento depende de la nutrición, mientras que en la niñez temprana la hormona del crecimiento y las hormonas tiroideas se vuelven importantes para regular el crecimiento.
Finalmente, el desarrollo acelerado de la pubertad se controla mediante una combinación de hormona del crecimiento y esteroides sexuales (1).
¿Qué involucra crecer?
El desarrollo es la adquisición de funciones con aumento, es un proceso dinámico, que refleja el estado psicosocial, económico, nutricional, cultural, ambiental y de homeostasis orgánica en el que se desarrolla un individuo.(3)
La estatura es un parámetro auxológico muy útil para determinar el estado de salud de un niño o niña. En este sentido el retraso del crecimiento puede ser la manifestación más precoz de patologías congénitas y adquiridas. Sin embargo, la buena noticia es que muchas de las razones que impiden el crecimiento normal, pueden y deben ser tratadas. Un estilo de vida saludable y un ambiente psicosocial favorable, permitirán que el niño o la niña desarrolle al máximo su potencial genético.(4)
Por tanto: ¡es fundamental estar atento!